jueves, 4 de junio de 2015

30 días tumbada. Y no bajo el sol.

Lo primero que quiero aclarar es que esto es un recordatorio para mi y sólo para mi. Soy yo la que tiene que aceptar lo que ha pasado y soy yo la que tiene que tomar las cosas de otra manera. Aquí no hay culpable ninguno. Y lo dejo aquí escrito por si algún día lo quiero volver a leer para recordarlo bien... y porque es mi blog y para eso lo abrí. Para escribir cosas.

Dicho esto, probablemente la inmensa mayoría que lea este post, no tenga ni la más mínima idea de lo que estoy hablando. Y ese pequeño porcentaje que queda, los que me conocen más allá de las redes sociales, entenderá de lo que hablo al leer el título.

Sólo quiero decir que me he sentido decepcionada con vosotros (3) porque han sido muchos días, ha sido muy jodido y no me esperaba para nada esa (no) respuesta. Decepción es lo que he sentido al principio, pero como he tenido muuucho tiempo para pensar, he pensado que vosotros (3) no habéis hecho nada mal. Por eso decía antes que aquí no hay culpables. Soy yo la que pensaba que estábamos en otro punto y esto me ha servido para ver que no y bajar un poco de la parra. Punto. 

Aquí cada uno tiene su vida y sus sentimientos, y yo no puedo obligar a nadie a sentir, a preocuparse, por lo que yo quiera. Es más, seguramente alguien a lo largo de mi vida se habrá sentido decepcionado conmigo por mi (no) respuesta ante alguna situación que yo ni recuerdo, ni en su día le di tanta importancia. Desde aquí, lo siento. Es cierto que esas cosas no se hace adrede para joder a nadie. Simplemente la vida pasa y tú inconscientemente priorizas otras cosas de tu día a día.

Y eso es lo que ha sido. Que la vida ha pasado y yo mientras estaba tumbada esperaba y esperaba, pero vosotros (3) seguíais con vuestro día a día priorizando otras cosas. Y ha tenido que pasar esto para yo colocarlo en mi, y cuando mañana me levante, hacerlo desde otro sitio y poniendo mi energía hacia otro punto.

En realidad doy gracias por haber podido ser consciente de esta manera y por la ayuda de mi madre, que me ha guiado para verlo así. Y también doy las gracias por la grata sorpresa de aquellos de los que no me esperaba esa (sí) respuesta. Eso también lo he tenido que colocar y asimilar y me ha hecho darme cuenta de muchas otras cosas, que conste.

A todos, en general, GRACIAS. Porque algo bueno me habéis enseñado en este arduo camino. 30 días son muchos días, pero en realidad, me siento afortunada.

No sabéis las ganas que tengo de tomarme un mojito.


No hay comentarios: